Las visitas a nuestro Señor Jesús es un tiempo de oración que tienen
un gran valor en nuestra vida en la relación y comunicación con nuestro Señor
Jesús, además se obtienen grandes bendiciones, frecuentemente escuchamos hablar
de visitas al Santísimo y de Hora Santa.
Cuál es la diferencia?, voy a aportarles lo que yo entiendo entre una y
otra, ya que muchas personas no diferenciamos entre una y otra, tenemos idea de
lo que significa y ya lo decíamos antes es un tiempo de oración, lo que
llamamos visita es precisamente eso, una visita un tiempo relativamente corto,
un momento que acompañamos a Ntro. Señor Jesús sacramentado, este momento lo
podemos utilizar para orar, para hacer una meditación, para contarle o pedirle
algo, hay personas que rezan un Rosario o simplemente para contemplar su
presencia.
La hora Santa es un tiempo más largo, puede ser realmente una hora o
mayor tiempo, eso dependerá de la disposición de la persona y su entrega, para
hacer la Hora Santa generalmente hay un formato una guía o un opúsculo, su
contenido, está combinado adecuadamente por pasajes Bíblicos, reflexiones,
oraciones, y peticiones comunitarias.
De la forma que Ud. pueda hacerlo siempre tendrá bendiciones, una
preciosa oración dedicada al divino niño Jesús, que entre otras cosas dice.
“Acuérdate o dulcísimo niño Jesús que has dicho: Todo lo que queráis pedir,
pedidlo por los méritos de mi infancia y nada os será negado. Si queréis
agradarme confiad en mí, si queréis agradarme más, confiad más. Si queréis
agradarme inmensamente, confiad inmensamente en Mi. Según sea vuestra Fe así
serán las cosas que os sucederán. Nada es imposible para quien tiene Fe.”
Existe un valioso libro, que se llama: “Cartas a un hermano sacerdote”
su contenido está basado en 30 cartas que escribe un sacerdote a otro y
principalmente le cuenta, sucesos reales que relaciona y reflexiona con Jesús
sacramentado, ellos destacan que hay 5 gracias que Jesús Sacramentado derrama
sobre nosotros cuando hacemos una hora Santa. Estas gracias son:
1-
Restauración.
2- Santidad 3- Conversión 4- Reparación
5- Salvación
A nosotros nos gusta escuchar lo que los Santos han hacho en su vida y
como lo hicieron, nos sirve de guía en nuestro caminar y aprendemos mucho de
ellos, recientemente celebramos la gran
fiesta del Sto cura e Ars, Su verdadero nombre fue San Juan Bautista María
Vianney, pero en todo el mundo es conocido con el nombre de Cura de Ars. Famosa
su visita ante Jesus Sacramentado, ya que se sentaba frente a Señor y no decía
nada, esto fue su gran oración y que lo llevo a la santidad. Hoy en día tenemos
grandes ejemplos reconocidos en el mundo y que viven actualmente, una de ellas
es Madre angélica y Sor Breige Mckenna, entre otras tantas, así como laicos que
nos dan grandes ejemplos de vida, personalmente las admiro mucho, tanto la obra
maravillosa de Madre Angélica como de Sor Mckenna, ambas son personas de un
prolongado tiempo de oración frente a Jesús.
La obra de Madre angélica es impresionante, solo para mencionar una de
sus obras más reconocidas como lo es la cadena de TV y radio EWTN. Otra que
quizá pocos sepan es, la manifestación del amor y de la providencia de Dios en
su vida ha sido continua. Cuando empezó a construir el Monasterio, donde ahora
vive en Birmingham, (ciudad de Reino Unido) dedicado a la adoración perpetua,
no tenía recursos, pero Joe Bruno, dueño de algunos supermercados, les enviaba
diariamente los alimentos. Al principio, dijo que lo haría por el primer año,
pero lo ha seguido haciendo durante muchos años. Ella dice: Eso fue un regalo muy
directo de Dios. Fue una sorpresa caída del cielo. Y Dios bendijo a Joe Bruno.
Al comienzo, tenía 13 supermercados. Ahora es dueño de 65 supermercados y 50
farmacias. Después de varios años, alguien le preguntó si continuaba
alimentando a las monjas franciscanas y él contestó que no sería negocio dejar
de hacerlo.
Sor Briege Mckenna que pertenece a las Hnas de Sta Clara; En 1974,
cuenta haber recibido una profunda inspiración espiritual para trabajar con los
sacerdotes. En ese sentido, obispos y sacerdotes de diversas partes del mundo
le han hecho consultas espirituales, incluyendo un presidente de Brasil. Se cuentan hasta por miles y en los
cinco continentes los sacerdotes en crisis que han recibido sus oraciones de
sanación y Desde 1985, la Hermana Briege ha estado ministrando a los sacerdotes
en colaboración con el Padre Kevin Scallon, C.M. Fue ponente mundial para un
retiro internacional de sacerdotes en el Vaticano. Tiene el Don de sanación,
pero ella se pasa 3 horas todos los días ante Jesús Sacramentado.
Lo describe en 5 pasos en su colosal libro; “Los milagros Si ocurren”.
La oración es una disciplina, no algo fortuito. Hasta cierto punto es
algo organizado.
#1- Primero paso un rato alabando a Dios. Oro en lenguas y alabo al Señor
Si nos resulta difícil alabar al Señor, sirvámonos entonces de los Salmos
porque están llenos de alabanzas.
#2- Le doy gracias a Jesús, por ser el Señor.
#3- Leo la Sagrada Escritura. Creo que todo lo que está escrito en la
Palabra de Dios contienen un mensaje para cada uno de nosotros. Especialmente
las lecturas de la Misa diaria.
#4- Rezo el Rosario trato de rezarlo lentamente y de meditar en los
misterios.
#5- Me quedo ahí y hablo con Jesús. Lo primero que hace una persona
cuando habla con otra es mirarla a los ojos.
Todo esto que maravilla tanto, son frutos de la oración y de una
constante dedicación, a todas las
personas que se entregan, Nuestro Señor. Jesús tiene una respuesta a cada uno, no
solo les sucede a estas personas, sino a todo aquel que están dispuesto, estas
bendiciones, son para Ud. y para mí, para todo aquel que se acerque, con un
corazón contrito y humillado jamás lo despreciare, Dice el
Señor en el Salmo 51,17-19.
Salmo
51,17: Señor mío, ábreme
los labios y mi boca proclamará tu alabanza.
51,18: Un sacrificio no
te satisface, si te ofreciera un holocausto, no lo aceptarías.
51,19: El sacrificio que
te agrada es un espíritu quebrantado, un corazón arrepentido y humillado, oh
Dios, no lo desprecias.
La hora Santa es una tiene su
origen en el huerto de Getsemaní, en ese momento que Jesús, se disponía a ir,
llamo a tres de sus discípulos para que le acompañaran. Este pasaje Bíblico que
describe este suceso tan importante de la vida de Nuestro Señor Jesús, y que
para nosotros representa mucho, aparece en 3 Evangelios, San Marcos 14,32-41.
San Mt. 26,36-46. Y San Lucas 22,38-46. Les recomiendo leer los tres, dicen
básicamente lo mismo, pero hay pequeñas diferencias que nos complementa la
riqueza del momento, nos deja una enseñanza, que nos ayuda a entender mejor
nuestro momento de vida cuando estamos pasando por una tribulación.
Personalmente me quedo con:
San Marcos
14,32-41.
Llegados al lugar llamado Getsemaní, dijo a sus
discípulos:
—Siéntense
aquí mientras yo voy a orar.
14,33: Llevó con él a
Pedro, Santiago y Juan y empezó a sentir tristeza y angustia.
14,34: Entonces les
dijo: —Siento una tristeza de muerte; quédense aquí y permanezcan despiertos.
14,35: Se adelantó un poco, se
postró en tierra y oraba, que si era posible, se alejase de él aquella hora.
14,36: Decía: —Abba, Padre, tú lo puedes
todo, aparta de mí esta copa. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
14,37: Volvió, y los
encontró dormidos. Dice a Pedro:
—Simón,
¿duermes? ¿No has sido capaz de estar despierto una hora?
14,38: Permanezcan
despiertos y oren para no caer en la tentación.
El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
14,39: Volvió otra vez y
oró repitiendo las mismas palabras.
14,40: Al volver, los
encontró otra vez dormidos, porque los ojos se les cerraban de sueño; y no
supieron qué contestar.
14,41: Volvió por
tercera vez y les dice: — ¡Todavía dormidos y descansando! Basta, ha llegado la
hora en que el Hijo del Hombre será entregado en poder de los pecadores.
De aquí parte, la Hora Santa, le hacemos compañía a Jesús, recordando
este momento y nos dice a c/u de uno de nosotros, ¿Cómo, no has podido velar conmigo una hora?
Sus mejores amigos de ese momento, se durmieron, El esperaba apoyo en un
momento muy difícil, porque no olvidemos, que Jesús se hizo hombre y padeció,
sintió angustia y preocupación por las dificultades que pasaba, como generalmente nos pasa,
cuando nos llega un momento difícil en nuestra vida, cuando la angustia y la
desesperación se apodera de nosotros, uno quiere que los demás nos apoyen, especialmente los
que están a nuestro lado en todo instante, porque en ese momento sentimos
soledad, tristeza y abandono, así como Jesús lo vivió, Él les dijo como se sentía, y lo que
necesitaba.
Jesús nos enseña que en estos momentos, solo debemos recurrir a Él,
como lo hizo, Jesús recurrió a su Padre,
y nos dice cómo hacerlo, “Permanezcan despiertos y oren para no caer en
tentación.” Recordemos que un momento de angustia, el enemigo se apodera de
nosotros y es fácil una tentación de cometer acciones que pueda llegar a atentar no solo
contra su vida, sino con la de otros. Si no permanecemos cerca de Dios
en constante oración, peligramos, podemos ser presa fácil y las consecuencias
son muy lamentables.
La oración, es nuestra forma de permanecer alerta ante todos los
sucesos que nos acontecen y la frecuente comunicación con Jesús o sea esa
visita u hora Santa, es lo más importante.
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