Dios está presente en los buenos momentos y alegres de nuestro diario vivir, y aunque no lo crea, nos acompaña en las dificultades, en la enfermedad y en las peores situaciones de nuestra vida, Dios cuida de nosotros, siempre. ¡! Y he aquí que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. (Mt 28,20)!!
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domingo, 11 de marzo de 2012
La Higuera Estéril. Tercer domingo de Cuaresma
¿A qué llegamos como conclusión de esta parábola? Un árbol que es bueno para nada. El jardinero ofrece echarle abono con la pala a su alrededor, pero no hay indicio alguno de que un nuevo brote en la planta vaya a ocurrir. Este árbol y su predicamento son los dramáticos símbolos de la vida diaria, especialmente cuando nuestros esfuerzos para hacer el bien fallan o parecen estar estériles, nuestros períodos de oración están tan secos como el polvo, y nada aún sucede. En adición, no hay sentido de la presencia de Dios en la vida cotidiana, ni experiencia ilustrativa, mientras nuestras fallas continúan, la gente nos culpa injustificadamente, y los desengaños se multiplican. Nuestra vida espiritual parece estar muerta. ¿Qué vamos a hacer? La parábola parece decir, solamente permanece esperando.
Esta parábola insinúa que no importa si no tenemos éxito en nuestros propios cálculos y estimaciones o en los de los demás. La divina Presencia está tan presente que nada puede quitárnosla. Por supuesto, aún podemos rechazar a Dios, pero alguien que esté buscando a Dios, no está a punto de hacerlo. Cuando caemos en cuenta del hecho de la cercanía de Dios, el éxito y las fallas se relativizan. Nosotros simplemente hacemos lo que podemos, esto es: echamos un poco de abono—símbolo de nuestros esfuerzos estériles—en el viejo palo. Por supuesto que no va a crecer, pues está muerto. Pero de alguna misteriosa manera, debido a la solidaridad de Dios con nosotros en la vida diaria, algo mucho más importante sucede. (De “El Reino de Dios es como…”)
Oración: Santo Espíritu de Dios, sin Ti, no hay vida divina en nosotros, ni virtud alguna. Crea en nosotros una conciente relación Contigo.
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